Era una tarde soleada de primavera, en que las flores cantaban al sonido del viento i los animales yacían en las largas praderas.
En el pequeño pueblo de Gerona había una chica llamada Sara, tenía 15 años. Era de estatura media, ojos de color marrón oscuro i pelo teñido. Su cuerpo, no era el de una supermodelo ni tampoco tenía nada que envidiar.
Estudiaba 4t de la ESO, i en esa época ella solo pensaba en estudiar i salir a pasear. En el primer trimestre a Sara le quedaron siete asignaturas, de las cuales algunas eran catalán, castellano, religión…
Muchos de sus compañeros le decían que estudiara más, que hiciera los ejercicios que les mandaban. I en su casa tampoco le decían gran cosa, que Sara ya no supiera. Por todo aquello que le estuvieron diciendo durante ese trimestre i años anteriores Sara, empezó a sentirse muy mal.
Pasaron unos meses desde aquel incidente del primer trimestre, pero ella se seguía sintiendo mal por todo lo ocurrido i tanto fue, que Sara empezó a verse de otra forma. Cada día se veía peor. Ya no quería salir de casa. Tampoco quería quedar con sus amigos, ni mucho menos, que nadie la viera.
Un buen día, se planteó empezar una dieta sin que nadie se diera cuenta, por si acaso alguien le decía algo o se metían con ella. Por aquellos tiempos, Sara pesaba unos 85 kilos y tenía una estatura de 1.62, lo que nos indicaba que Sara no era igual que todas las chicas de su clase.
Era la única de su curso que pesaba tal cantidad de kilos. Pasó un tiempo i Sara se daba cuenta de que no le estaba sirviendo de mucho la dieta, si vale era cierto que había adelgazado 5 kilos pero como en todas las dietas si se hacen rápido se sufre el efecto yoyó, que es lo que le pasó a Sara i dejo de adelgazar i además comía el doble que antes.
Al día siguiente se fue al colegio sin ganas. Pero ese mismo día se encontró a una chica de un curso menor que ella. Se llamaba María, era alta, guapa, delgada, de pelo rizado i color castaño claro. María le dijo a Sara que ella frecuentaba unas páginas que describían como adelgazar rápido i sin hacer dietas. Sara, se quedo exhausta unos segundos i poco después dijo que ya se lo pensaría. Pero aquella misma tarde al llegar a casa, Sara encendió el ordenador i tecleo la página que María le había comentado.
Al abrirse aquella página, Sara descubrió un mundo que para ella era nuevo, pero para María no. Ella ya lo conocía bastante bien desde hacía unos años.
María algunos meses atrás estaba obligada a ir al hospital porque le detectaron anorexia nerviosa gracias a
que sus padres se dieron cuenta de que ya no comía i de que estaba frecuentando mucho el gimnasio, i que si además le sumáramos que hacía muchísimo deporte, i que hacía un uso indebido i excesivo de laxantes i diuréticos, pues ya le estaba bien ir al hospital para que se curase.
Sara tampoco quería llegar hasta ese punto de delgadez extrema en el que estaba María, pero incluso así no le parecería mal, porque entonces la gente le prestaría más atención i no tendría tantos problemas a la hora de vestir-se i encontrar ropa o de relacionar-se con sus amigos i compañeros. I claro a ella eso le atraía i quizás así dejarían de meter-se con ella.
Era su estilo de vida que a María le gustaba llevar i nadie tenía porqué opinar sobre su forma de vivir, así que llamó a Sara para advertir-le de que aquello era un mundo muy duro i que poca gente entendería su forma de actuar ya que eso les parecía una forma de estar matando sus cuerpos.
Sara estaba mirando el apartado de dietas i le llamó la atención, una que ponía que era bastante eficaz i rápida de hacer así que pensó que podría hacer-la, pero no sabía qué aquella dieta un día le traería problemas bastante serios.
Dieta de los 3 días.
-Lunes.
En el desayuno: un zumo de naranja.
En la comida: 100 gramos de lechuga.
En la cena: 1 rebanada de pan i otra de queso.
-Martes.
En el desayuno: una manzana pequeña
En la comida: medio vaso de arroz cocido.
En la cena: un tomate con un dedo de pan.
-Miércoles.
En el desayuno: una tostada de pan sin nada.
En la comida: un yogurt sin azúcar.
En la cena: 2 litros de agua.
Aquella noche Sara estuvo pensando mucho en todo lo que vio en aquella página, el sí a ella eso le iría bien o si con eso adelgazaría. Al día siguiente Sara se levantó, se peinó, bajo a la cocina como de costumbre para tomar su desayuno, pero aquella mañana le dijo a su madre que ya no le hiciera más huevos con beicon porque ya no le gustaban. Su madre le respondió que mientras ella viviera en esa casa comería lo que le pusieran i que no tenían dinero suficiente como para poder complacer todos los gustos i caprichos que a Sara se le antojaran.
Así que aquella mañana Sara se fue a coger el autobús bastante enfadada por lo que su madre le dijo. Ella creía que tampoco era para tanto, porque su madre llegaba cada día con algo nuevo así que pensó que ya no le hacia el mismo caso que cuando era pequeña i que solo le interesaba su propia felicidad.
El autobús se detuvo en casa de algunos de sus compañeros del colegio pero María aquella mañana no subió, así que Sara de alguna forma se alegro porque no le tendría que explicar nada de lo que le parecieron las páginas que le dio.
El día transcurrió como de costumbre. Sara tuvo clases de matemáticas cosa que a ella no le gustaban porque no entendía la lección, de historia i estaban dando la guerra civil i el franquismo, o ingles que ella no tenía ni el nivel básico de la eso.
Cuando estaban haciendo la fila para entrar al comedor se encontró con un viejo profesor suyo que le dio alguna que otra asignatura en cursos anteriores i estuvieron hablando un rato antes de poder llegar a coger la comida.
-¿Qué tal?
- yo estoy bien con mis cosas, pero bien.
-Pues me alegro mucho!
-¿y tú?
- Yo…
- Mejor no preguntar.
-Olle!
Ahora tengo que irme a una sesión fotográfica que le hacen a mi hijo. ¿Quieres venirte?
-Enserio puedo?
-Sí, claro que puedes. Fíjate que a lo mejor te pueden hacer alguna sesión a ti también.
A Sara todo aquello le fascinaba, nunca podría haber pensado en conocer a modelos que ella i sus amigas habían visto en tantas revistas. Y con aquella conversación Sara se fue muy contenta a clase, mientras volvían a casa con el autobús vio que ya no había parado en casa de María, así que pensó que estaría enferma.
Al llegar a casa Sara ya no pensó en merendar, tenía cosas más importantes que hacer, como los deberes i abrir el ordenador i visitar la página del día anterior.
Al final se decidió por hacer la dieta de los 3 días, sabía que era arriesgado pero tenía que intentarlo si quería entrar en el mundo de las modelos, donde seguramente el hijo de su antiguo profesor le podría presentar a modelos famosas, guapas i lo más importante, que eran súper delgadas.Cuando su madre la llamó para cenar, Sara le dijo que no tenía hambre que se encontraba mal del estomago.
En el pequeño pueblo de Gerona había una chica llamada Sara, tenía 15 años. Era de estatura media, ojos de color marrón oscuro i pelo teñido. Su cuerpo, no era el de una supermodelo ni tampoco tenía nada que envidiar.
Estudiaba 4t de la ESO, i en esa época ella solo pensaba en estudiar i salir a pasear. En el primer trimestre a Sara le quedaron siete asignaturas, de las cuales algunas eran catalán, castellano, religión…
Muchos de sus compañeros le decían que estudiara más, que hiciera los ejercicios que les mandaban. I en su casa tampoco le decían gran cosa, que Sara ya no supiera. Por todo aquello que le estuvieron diciendo durante ese trimestre i años anteriores Sara, empezó a sentirse muy mal.
Pasaron unos meses desde aquel incidente del primer trimestre, pero ella se seguía sintiendo mal por todo lo ocurrido i tanto fue, que Sara empezó a verse de otra forma. Cada día se veía peor. Ya no quería salir de casa. Tampoco quería quedar con sus amigos, ni mucho menos, que nadie la viera.
Un buen día, se planteó empezar una dieta sin que nadie se diera cuenta, por si acaso alguien le decía algo o se metían con ella. Por aquellos tiempos, Sara pesaba unos 85 kilos y tenía una estatura de 1.62, lo que nos indicaba que Sara no era igual que todas las chicas de su clase.
Era la única de su curso que pesaba tal cantidad de kilos. Pasó un tiempo i Sara se daba cuenta de que no le estaba sirviendo de mucho la dieta, si vale era cierto que había adelgazado 5 kilos pero como en todas las dietas si se hacen rápido se sufre el efecto yoyó, que es lo que le pasó a Sara i dejo de adelgazar i además comía el doble que antes.
Al día siguiente se fue al colegio sin ganas. Pero ese mismo día se encontró a una chica de un curso menor que ella. Se llamaba María, era alta, guapa, delgada, de pelo rizado i color castaño claro. María le dijo a Sara que ella frecuentaba unas páginas que describían como adelgazar rápido i sin hacer dietas. Sara, se quedo exhausta unos segundos i poco después dijo que ya se lo pensaría. Pero aquella misma tarde al llegar a casa, Sara encendió el ordenador i tecleo la página que María le había comentado.
Al abrirse aquella página, Sara descubrió un mundo que para ella era nuevo, pero para María no. Ella ya lo conocía bastante bien desde hacía unos años.
María algunos meses atrás estaba obligada a ir al hospital porque le detectaron anorexia nerviosa gracias a
que sus padres se dieron cuenta de que ya no comía i de que estaba frecuentando mucho el gimnasio, i que si además le sumáramos que hacía muchísimo deporte, i que hacía un uso indebido i excesivo de laxantes i diuréticos, pues ya le estaba bien ir al hospital para que se curase.
Sara tampoco quería llegar hasta ese punto de delgadez extrema en el que estaba María, pero incluso así no le parecería mal, porque entonces la gente le prestaría más atención i no tendría tantos problemas a la hora de vestir-se i encontrar ropa o de relacionar-se con sus amigos i compañeros. I claro a ella eso le atraía i quizás así dejarían de meter-se con ella.
Era su estilo de vida que a María le gustaba llevar i nadie tenía porqué opinar sobre su forma de vivir, así que llamó a Sara para advertir-le de que aquello era un mundo muy duro i que poca gente entendería su forma de actuar ya que eso les parecía una forma de estar matando sus cuerpos.
Sara estaba mirando el apartado de dietas i le llamó la atención, una que ponía que era bastante eficaz i rápida de hacer así que pensó que podría hacer-la, pero no sabía qué aquella dieta un día le traería problemas bastante serios.
Dieta de los 3 días.
-Lunes.
En el desayuno: un zumo de naranja.
En la comida: 100 gramos de lechuga.
En la cena: 1 rebanada de pan i otra de queso.
-Martes.
En el desayuno: una manzana pequeña
En la comida: medio vaso de arroz cocido.
En la cena: un tomate con un dedo de pan.
-Miércoles.
En el desayuno: una tostada de pan sin nada.
En la comida: un yogurt sin azúcar.
En la cena: 2 litros de agua.
Aquella noche Sara estuvo pensando mucho en todo lo que vio en aquella página, el sí a ella eso le iría bien o si con eso adelgazaría. Al día siguiente Sara se levantó, se peinó, bajo a la cocina como de costumbre para tomar su desayuno, pero aquella mañana le dijo a su madre que ya no le hiciera más huevos con beicon porque ya no le gustaban. Su madre le respondió que mientras ella viviera en esa casa comería lo que le pusieran i que no tenían dinero suficiente como para poder complacer todos los gustos i caprichos que a Sara se le antojaran.
Así que aquella mañana Sara se fue a coger el autobús bastante enfadada por lo que su madre le dijo. Ella creía que tampoco era para tanto, porque su madre llegaba cada día con algo nuevo así que pensó que ya no le hacia el mismo caso que cuando era pequeña i que solo le interesaba su propia felicidad.
El autobús se detuvo en casa de algunos de sus compañeros del colegio pero María aquella mañana no subió, así que Sara de alguna forma se alegro porque no le tendría que explicar nada de lo que le parecieron las páginas que le dio.
El día transcurrió como de costumbre. Sara tuvo clases de matemáticas cosa que a ella no le gustaban porque no entendía la lección, de historia i estaban dando la guerra civil i el franquismo, o ingles que ella no tenía ni el nivel básico de la eso.
Cuando estaban haciendo la fila para entrar al comedor se encontró con un viejo profesor suyo que le dio alguna que otra asignatura en cursos anteriores i estuvieron hablando un rato antes de poder llegar a coger la comida.
-¿Qué tal?
- yo estoy bien con mis cosas, pero bien.
-Pues me alegro mucho!
-¿y tú?
- Yo…
- Mejor no preguntar.
-Olle!
Ahora tengo que irme a una sesión fotográfica que le hacen a mi hijo. ¿Quieres venirte?
-Enserio puedo?
-Sí, claro que puedes. Fíjate que a lo mejor te pueden hacer alguna sesión a ti también.
A Sara todo aquello le fascinaba, nunca podría haber pensado en conocer a modelos que ella i sus amigas habían visto en tantas revistas. Y con aquella conversación Sara se fue muy contenta a clase, mientras volvían a casa con el autobús vio que ya no había parado en casa de María, así que pensó que estaría enferma.
Al llegar a casa Sara ya no pensó en merendar, tenía cosas más importantes que hacer, como los deberes i abrir el ordenador i visitar la página del día anterior.
Al final se decidió por hacer la dieta de los 3 días, sabía que era arriesgado pero tenía que intentarlo si quería entrar en el mundo de las modelos, donde seguramente el hijo de su antiguo profesor le podría presentar a modelos famosas, guapas i lo más importante, que eran súper delgadas.Cuando su madre la llamó para cenar, Sara le dijo que no tenía hambre que se encontraba mal del estomago.
hola preciosa!!
ResponderEliminarespero que cuentes el final eh
jaja esque tengo curiosidad de saber que paso
(mmm aunque ya me imagino algo)
oye lindo blog... te sigo!
y ya te agregue, para lo de la carrera
espero que si la hagas
cuidate!!! un beso!
Hola niña! Me quedé intrigada, supongo que será toda una historia, conocida, pero interesante...chica, hace días que no escribes, como quiera te agrego y paso por aquí para ver cómo continúas, vale?
ResponderEliminarSaludos!
gracias chicas pero todabia noo tengo el final asi que cuando pueda ya lo contare ! como vais vosostras?
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